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domingo, 16 de diciembre de 2007

Cuenta regresiva


domingo, 16 diciembre 2007
Ayer concluyeron los trabajos del canal que permitirá el paso del agua y el retiro del “tapón” en el río Grijalva. También terminó la evacuación de 3 mil 500 pobladores de comunidades chiapanecas ubicadas en las márgenes del afluente. (UNIVERSAL)

* Toque de queda en Cunduacán, Tabasco, tras el comienzo del éxodo de los más de 15 mil habitantes de 25 comunidades de tres municipios tabasqueños que se prevé se inundarán luego de a apertura del “tapón” del río Grijalva, formado por un deslave en Chiapas

* Ejército, Marina, Seguridad Pública, Policía Ministerial y personal de ayuntamientos coordinan la salida masiva

* Concluyen los trabajos del canal que permitirá el paso del agua y el retiro del bloqueo en el río / Miles de chiapanecos de desalojados


CUMUAPA TERCERA SECCION, Tabasco, 15 de diciembre (UNIVERSAL/LA JORNADA/NTX).- Una especie de toque de queda fue establecido en esta ranchería del municipio de Cunduacán, pues a partir de las 21:00 horas ningún vehículo de carga saldrá de la comunidad, medida aplicada con el propósito de evitar el robo de las pertenencias de las viviendas que fueron desalojadas por sus moradores.
Este sábado inició el éxodo de los más de 15 mil habitantes de 25 comunidades de os municipios de Centro, Nacajuca y Cunduacán, que se prevé resulten inundadas a partir de la apertura del tapón formado desde el pasado 4 de noviembre en el río Grijalva, por el deslave de una montaña en el municipio de Ostuacán, Chiapas.
Una patrulla fue ubicada en el acceso a esta ranchería, localizado sobre la margen derecha del río Samaria, cauce que junto con el Carrizal recibirán el escurrimiento del Alto Grijalva, después de pasar por la presa Peñitas a partir del martes 18.
Alfredo Romero López, delegado municipal, explica que quien desea trasladarse por su cuenta deberá entregar un listado de sus pertenencias y características de la unidad que las transportará, de lo contrario el vehículo será detenido.
Mientras, este sábado concluyeron los trabajos del canal que permitirá el paso del agua y el retiro del tapón en el río Grijalva. También terminó la evacuación de 3 mil 500 pobladores de comunidades ubicadas en las márgenes del afluente.
Un funcionario federal reveló que los trabajos para retirar totalmente los más de 4 millones de metros cúbicos de tierra que desde el 4 de noviembre obstruyeron el cauce, cerca del ejido Juan de Grijalva, tendrán un costo aproximado de mil millones de pesos.
Mientras, a partir de este sábado comenzó el operativo preventivo de evacuación de 15 mil 400 personas asentadas en zonas marcadas como de riesgo en la Entidad, previo al retiro del “tapón” en el río Grijalva, previsto a el 18 de diciembre.
Estas personas son trasladadas a los albergues de los municipios de Nacajuca y Cunduacán, mientras que en Centro será mañana domingo.
Para la evacuación se han dispuesto 385 autobuses, así como decenas de camiones tipo “rabón” paral traslado de los enseres.
Elementos del Ejército, la Marina, de Seguridad Pública estatal, Policía Ministerial y personal de los ayuntamientos coordinan la salida de los habitantes de las comunidades asentadas en las márgenes de los ríos Samaria y Carrizal, que recibirán el agua de la presa Peñitas.
Los autobuses partieron del auditorio Chontal de la Ciudad Deportiva de Cunduacán hacia las cuatro poblaciones a evacuar, mientras desde la delegación de la Policía Estatal de Caminos en Nacajuca y en la delegación municipal de Bosques de Saloya, salieron otras unidades hacia nueve zonas de ese municipio.
En Cunduacán, los habitantes que serán desalojados viven en la ranchería Cumuapa, tercera sección; Cumuapa El Carmen; ejido Felipe Galván y ejido General Francisco J. Mújica.
En el caso de Nacajuca, las comunidades a evacuar son la ranchería Belem; Cantemoc, primera sección; Chicozapote, Zona Pantano, ranchería Guatacalca, ranchería Jiménez, parte de la ranchería Libertad; Bosques de Saloya sector federal, y El Cedro, sector Acosta.
En casi todos los casos se trata de asentamientos localizados entre el río y una carretera o entre el río y un bordo de protección, por lo cual serán desalojados esos sitios.
En los días previos, la población que deberá salir de sus casas comenzó a empacar sus pertenencias en bolsas de plástico y en maletas, a fin de estar lista al momento de llegar los autobuses, así como sus televisores, muebles, refrigeradores y estufas listos para ser llevados.
Así, unas 19,000 personas de Tabasco, que en octubre sufrió unas graves inundaciones, y Chiapas comenzaron a ser evacuadas el sábado ante el temor de nuevas anegaciones cuando el martes se desbloquee un río taponado en noviembre por un alud de tierra.
Unos 15,400 vecinos de Tabasco “asentados en zonas de riesgo (...) y que se encuentran ubicados principalmente en 25 localidades (...) serán trasladados a 13 albergues”, informó el gobierno estatal en un reciente comunicado.
Además, en Chiapas están evacuando a cerca de 3,500 indígenas zoques “luego de que la Comisión Nacional del Agua y la Comisión Federal de Electricidad solicitaran extender las medidas de seguridad hasta alcanzar los poblados que se ubican en los 110 metros sobre el nivel del mar”, informó el subsecretario de Protección Civil, Luis Manuel García.
Las autoridades temen que se produzcan nuevas inundaciones cuando el próximo martes se abra el canal que se ha estado construyendo desde que el pasado 5 de noviembre un alud de tierra cayó al embalse del río Grijalva, a la altura de la presa Peñitas.
El corrimiento de tierra provocó una gigantesca ola que arrasó el poblado de Juan Grijalva y dejó un saldo hasta el momento de 19 muertos y seis desaparecidos.
El patrimonio de las familias que se movilizarán a sitios seguros y a salvo de la inundación, estará bien resguardado, por lo que deben despreocuparse de ello, garantizó por su parte el gobernador Andrés Granier Melo.
El Plan de Prevención Peñitas atenderá a 25 localidades de Centro, Cunduacán y Nacajuca, ubicadas en márgenes de los ríos Samaria y Carrizal.
De acuerdo con el gobernador, el objetivo es proteger la vida de quienes se encuentran en zonas de riesgo, y explicó que personalmente supervisará que las acciones de la estrategia se ejecuten puntual y ordenadamente, de modo que quienes abandonen sus hogares tengan la certeza de que sus viviendas y enseres serán cuidados.
Apenas reacomodaba sus pertenencias que recuperó de la pasada inundación, cuando un mes después tiene que abandonar su vivienda ante la amenaza de sufrir nuevamente el embate de la corriente que desbordará el río Samaria, dice resignado José del Carmen Flores González.
Aún está fresco en su memoria que el 29 de octubre pasado prácticamente fue expulsado por ese afluente que se salió de su cauce, tras recibir las aguas desfogadas de la presa Peñitas, pues las autoridades de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), consideraban en riesgo la infraestructura de la planta hidroeléctrica.
En esa ocasión, cuando Peñitas desalojó su embalse con la apertura de sus compuertas, inundó el hogar de don José del Carmen en más de un metro de altura.
Flores González refiere que la crecida del río fue tan rápida ni siquiera le dio tiempo de salvaguardar la mayoría de sus enseres domésticos. La riada se registró sin previo aviso y sin que las autoridades estatales anunciaran programa oficial de evacuación o desalojo ante la inminente inundación que dejó a más de un millón de damnificados en todo el Estado.
Ahora, si le ha dado tiempo al vecino de esta comunidad de construir un tapanco de casi dos metros de altura, ya que tomó como referencia el nivel que alcanzó el agua en el interior de su casa, donde colocó sosas que logró alzar.
En El Carmen, Cunduacán, los dos autobuses y las 10 camionetas dispuestos para evacuar a los habitantes de esta población, ubicada a unos 150 metros del río Samaria, se regresaron a Villahermosa sin su carga, pues los pobladores se negaron a ser desalojados.
Fue hasta las 14:30 horas que una solitaria familia, integrada por dos mujeres, madre e hija, arribó al albergue que se instaló en el auditorio Chontal de la Unidad Deportiva de la cabecera municipal de Cunduacán.
El panorama era similar en Nacajuca, el otro municipio a evacuar, en cuyas poblaciones rurales las autoridades de Protección Civil trataban de convencer a los lugareños de abandonar sus casas, como una medida preventiva ante la apertura del tapón de piedra y tierra que se formó el Alto Grijalva, previsto para el próximo martes.
En el municipio de Centro un 60 por ciento de la población contemplada para la evacuación ya abandonó sus casas o negocios, desde el alertamiento emitido la noche del miércoles por el gobernador Andrés Granier.
El director de Protección Civil del Estado, Rúrico Domínguez Mayoñadió que por ello, habrá tiempo suficiente a partir de mañana domingo para movilizar al resto de los habitantes que aún se alistan para salir de las 12 localidades marcadas como zonas de riesgo por la Conagua.
Mientras, las labores de evacuación de tres mil 500 personas de 16 comunidades ubicadas en la márgenes del río Grijalva avanzan conforme a lo previsto, para lo que se utilizan albergues en los municipios de Tecpatán, Ostucán y Tuxtla Gutiérrez.
El secretario estatal de Seguridad y Protección Ciudadana, Daniel Roque Figueroa, indicó que desde el pasado jueves diversos autobuses de pasajeros con unas 300 personas arribaron a esta capital, provenientes de la comunidad de Rómulo Calzada, para ser albergadas.
Informó que de acuerdo a lo planeado, las familias ubicadas en las márgenes del río Grijalva, por debajo de la cota 110 han iniciado su evacuación a los albergues de los municipios de Tecpatán y Ostuacán, así como el activado en Tuxtla Gutiérrez.
A 72 horas de la apertura del “tapón” en la comunidad Juan de Grijalva para desfogar el alto del río Grijalva, autoridades estatales y brigadas de protección civil intensificaron el operativo para evacuar de manera preventiva a 3 mil 500 personas que viven en 16 comunidades en riesgo en las zonas norte y centro de Chiapas.
La cuenta regresiva para destrabar el “tapón” dio inicio, el éxodo hacia la capital del Estado de Chiapas se intensificó en las últimas horas, desde los ejidos, comunidades y rancherías que enfrentan mayor peligro.
Los poblados de Nuevo México, Rómulo Calzada, Playa Larga Tercera Sección, Santos Degollado, Antonio León, Anexo Antonio León, Muspac, La Laja, Playa Larga Tercera Sección, Loma Bonita, Genaro Vázquez, Roberto Barrios, Chinchulito, Nueva Esperanza y Lámina Dos serán totalmente reubicados mientras pasa la situación de emergencia.
Los operativos de desalojo voluntario son encabezados por el titular de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Daniel Roque Figueroa, y del subsecretario de Protección Civil del Estado, Luis Manuel García Moreno, y cuentan con el apoyo de más de 250 elementos de esas dependencias, así como personal de la Secretaría del Campo, Desarrollo Social, DIF estatal y ayuntamientos de la zona.

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